domingo, 14 de junio de 2009

Reedición de los poemas "Amores Párvulos"

Del poemario "Amores Inmortales"

Casi Un Amor

(Autor: Mauricio Sepúlveda Soto, Santiago junio de 2008)

Cuando recuerdo aquellos días
cruzando la vía férrea hasta tu casa,
mi ser se pierde en la agonía
de imágenes añejas
cargadas de nostalgia.
Estoy cerca,
mis ojos recorren la cansada Maestranza
haciendo de mi garganta un sólo nudo
.
Veo ya el inquieto canal
donde navegaron dos amigos,
unidos por el viento y el cariño,
capitanes de ilusiones y aventuras
en barquitos de coraje y papel
doblados con esmero de niño.
La casa verde, el camino de tierra
los peldaños del portal, el pasillo
y la primera puerta...tu habitación.
Aún recuerdo tu risa ligera, tímida
tus ojos de pupilas inocentes
y de un vasto negro avellana
reflejando húmedos
el brillo de tu ventana

Esos ojos, tus ojos
me absorven, me atrapan
con la fuerza
del amor ingenuo,
mi niñez cayendo sobre la tuya
tu mirada siendo la mía
mi corazón latiendo en tu pecho
un recuerdo que no se olvida,
semilla de futura tristeza
eterna muerte de mi alegría.
Hoy despido tu mirada
viendo tu cara sombría,
esperando algún día sentir
la llegada de la primavera,
¿Fuiste mi gran amada,
mi ilusión verdadera?
o tan sólo un recuerdo confuso
que se aleja pausado cada noche, cada día,
cada madrugada.

Medias de Lana

Niña de hondo sentir
ropas azules
medias de lana
que el tiempo vistió
con telas de dama.

¡Maldito tiempo!
la arrebataste de mis brazos

dejando atrás mares y montañas
vaciando esa vieja casa de besos
y corazones pintados de nostalgia,

quedaron sólo sus paredes húmedas
empapadas de mi llanto
del fino rocío nocturno de mi ansia.

Desde una fría
mañanas de escuela,
en ese viejo vecindario,
fuiste violentamente arrancada
de esta cercana morada

cuna de amores infantiles
de un primer beso fascinante
tierno e inconfundible,
el tiempo te alejó de mí
robó tu presencia en mi vida
dejando este vacío indescriptible.

Sandra

Esa primera vez que te vi
y un ejército de hormigas
desfiló por mi vientre
tú me miraste por un instante
y mis ojos avergonzados
huyeron casi para siempre.

Aún recuerdo tu cabellera rubia
callendo suave y lisa
hasta casi tocar tu hombro,
y tu leve sonrisa
calando muy hondo
en este mi corazón ansioso
con la dulce respuesta
a mi temblorosa pregunta
esa que abrió la puerta
a un amor tan grandioso.

Marisol

La Mar y el Sol
en perfecta armonía
unidos en una sola maravilla
concibieron así el bello nombre
de esta hermosa y pequeña niña.
Ella robó en la tierna infancia
el corazón nostálgico
del que hoy es hombre.
Fuiste un amor párvulo
de citas fugaces
y paseos colegiales.
Me enseñaste el valor
de una mirada
y del inquieto silencio
entre beso y beso
y mirarse y mirarse
sin decir nada
Te recuerdo hoy con alegría
porque este amor
de sensaciones infantiles
ha renacido en mi vida
con ojos oscuros
con boca madura
con cuerpo de mujer
como no habrá otra
como nunca más
como ninguna.

2 comentarios:

Yarith Ceculia Ruiz Ariza dijo...

Hola Mauro:
No te lo dije... aunque tu nick era muy sonoro y muy propio para tu estilo de gran poeta, no me acostumbré jamás a él...

Me agrada más tu nombre real... lo siento más cercano como siempre te siento a ti...

Mmmm... los amores párvulos... mmmm bellos los srecuerdos que nos generan... sólo que muy, muy pocos llegan a transformarse en amores maduros capaces de hacernos vibrar hasta la última fibra de nuestro cuerpo y hacernos eternizar las emociones y sentimientos... son muy pocos , por no decir ninguno, los que convergen en amores duraderos... al fin y al cabo... son amores párvulos...

Recibe un abrazo fuerte y un beso enorme.

Con mucho cariño para ti y
con toda la pasión de Colombia en mi...

PD: Ufffffffff cómo me hacía falta dejarle mi saludo de despedida exclusivo jajaja...

lichazul dijo...

mauro

de amores está compuesto el camino
sea en elos inicios o sea en el finito....

amore amore todos!!!

a cantarles y exaltarles
son la vitámina y el estandarte

muakismuakis